jueves, 9 de julio de 2009

Descriptores

Subconsciente
Azar
Yo
Percepción
Sacro
Verdad
Imaginación
Liberación
Elevar

Resumen

HELITACTICA DEL SUBCONSCIENTE
Hace algun tiempo sentí una incomoda frustración. Algo en el trabajo no me llenaba, sentí que me estaba repitiendo, que estaba perdiendo "originalidad". Aunque pensaba que el trabajo no tenía problemas formales se estaba volviendo hueco, necesitaba algo...

Con frecuencia ví el arte como una competencia con muertos; sujetos que tienen algunos siglos de haber dejado su lugar en la Tierra y sin embargo ahí estaban, retandome desde el inframundo. ¿Cómo hacer un aporte, dar algo vivo a ese campo descompuesto? ¿qué era lo que no estaba presente? Y la respuesta se hizo clara, "yo". Tú y yo vemos una misma cosa pero percibimos el mundo de manera diferente. Dice el refran "en los detalles esta Dios"; son esas particularidades de nuestra esencia, nuestra historia lo que hace nuestro arte "original" y de esta manera nos acercamos al origen que es la presencia divina en nuestra existencia.

Ya el "que" estaba respondido y el "como" estaba caminando. Con el virado fotográfico comencé a trabajar con el azar y a darme cuenta del poder revelador que este método me daba. Solo necesitaba algo más, algo de mi esencia y mi historia; entonces me vino a la mente. Un método mas completo y que me llevaria hacia mi origen, "lavadora: propuesta estética basada en el azar de los caprichos". Es como el juego de memoria con una configuración más compleja; a medida que se van destapando las piezas se muestra ante ti una imagen clara del yo. Es plasmar en el lienzo o materia sin filtros la ecovación del pasado, dejar que los recuerdos vengan a mi, dudas pensamientos y sensaciones.

El camino al yo Para empezar el camino a la revelación del yo como en cualquier ruta hay que establecer de donde a donde va el viaje. Ya que el punto de llegada es el yo el punto lógico de partida es el mundo aparente, perceptible. El plantemiento se basa en una bitácora de vuelo desde el universo perceptible hasta el mundo invisible de nuestra imaginación que como dice William Blake "la imaginación es el hombre en si mismo".

De esa manera llegué a esa pintura esquelética autodevorada por ideas canivales de ideas corruptas, para llegar a la esencia de mi ser.